CÓMO USAR LOS MANÓMETROS DE REFRIGERACIÓN
En este texto pasaremos a exponer cómo usar los manómetros de refrigeración, uno de los dispositivos clave para conocer la presión ejercida por ciertos fluidos. Nos referimos a flujos agresivos producto de expulsión de gases, líquidos… Los responsables de sistemas de aire acondicionado, de sistemas industriales de refrigeración y otros, deben saber cómo leer los manómetros de refrigeración, tanto por razones de seguridad como por motivos de optimización de recursos.
Generalmente, estos dispositivos se componen de cobre y hierro. Superficialmente están recubiertos por un revestimiento rojo o azul.
También llamados medidores de presión Freon, el color de la carcasa y otros detalles definirán su uso. De esto modo, los de color azul sirven para la medición de la presión de absorción o succión de los compresores.
Su escala se lee de la siguiente manera: a partir del 0, mide la presión atmosférica, y de 0 para abajo controlará el vacío, o sea presiones por debajo de la presión atmosférica.
El manómetro rojo es ideal para preservar los sistemas de aire acondicionado, puesto que revelerán cuándo la presión puede ser negativa para el sistema. Asimismo, es utilizado para el chequeo de otras particularidades de los compresores.
Los manómetros de refrigeración integran también mangueras de diferentes colores. La manguera roja conecta la válvula para descarga del compresor con el manómetro de alta presión.
La de color azul vincula la válvula de absorción del compresor al manómetro de baja presión.
La manguera amarilla es versátil y se utiliza para medir y llevar a cabo los controles precisos para el conjunto del dispositivo: inyección de refrigerantes, presurización, vacío…
USO DEL MANÓMETRO DE REFRIGERACIÓN
Este aparato debe ser utilizado de acuerdo a parámetros concretos. El uso del manómetro de refrigeración debe darse por parte de personas con conocimientos y responsabilidad, dadas las incidencias que pueden causar una mala lectura o uso.
Es importante que se lleven los pasos uno por uno, sin precipitación y sabiendo respetar los tiempos y orden de las acciones.
De lo contrario, el operario podría sufrir quemaduras o, bien, una ineficacia por pérdidas de aceite, gas refrigerante, etc. Así pues, para saber cómo utilizar correctamente el manómetro de refrigeración, hay que atender varias cuestiones, entre otras, la graduación del dispositivo.
Es habitual que al utilizar por primera vez el manómetro esté carente de la graduación aplicada de fábrica. En este caso habrá que retirar el cierre transparente y, con mucho cuidado y a través de un pequeño destornillador plano, se moverá el tornillo que hay debajo de la numeración hasta que la aguja se detenga en 0.
Este es el estado en que tiene que encontrarse el manómetro de refrigeración para su uso correcto.
Hay que insistir en que tanto la retirada de la tapa translúcida como su recolocación, habrá de realizarse con sumo tiento. Además, no deberemos tocar la aguja ni ningún otro elemento más allá del tornillo.
Una vez esté graduado, se colocará el manómetro cuando el sistema de refrigeración esté encendido, ya que de este modo obtendremos una más baja presión y será más fácil y más seguro obtener mediciones exactas.
A la hora de retirarlo, también es recomendable que el dispositivo de refrigeración esté encendido. Así, habrá menos presión y se impedirá una pérdida de producto refrigerante. En ciertos modelos, se incorpora un visor que permitirá visionar el flujo del refrigerante.
MANTENIMIENTO DEL MANÓMETRO
El mantenimiento del manómetro de refrigeración también es de gran importancia. De nada serviría leer manómetros si el aparato se encontrase en malas condiciones, deteriorado o presentase inestabilidad en la aguja de medición.
Podemos mencionar las gomas protectores, las cuales alargan la vida útil del aparato. Absorben impactos y otras agresiones, haciendo que la tecnología que integra el manómetro no se vea resentida.
Por otro lado, es necesario de vez en cuanto ajustar la tornillería posterior.
De estar manera, impediremos problemas de desajustes.
Asimismo hay que tener en cuenta que ciertos productos, como los líquidos deshidratantes de los sistemas de refrigeración y aire acondicionado, pueden resultar perjudiciales para el manómetro, velando el cierre transparente y por tanto impidiendo la visión y la lectura.
Saber leer cómo leer un manómetro de refrigeración es tan importante como conservarlo en buen estado. De esta manera, podrán utilizarse tanto en el ámbito del hogar como en el industrial para que sistema de aire acondicionado de viviendas, para empresas, dispositivos de refrigeración para tareas industriales… rindan al máximo gastando lo mínimo y sin inestabilidad en su funcionamiento.